Ayuntamiento de Zizur Mayor

RETABLO MAYOR

Monumentos

El retablo mayor de la iglesia de Zizur Mayor fue declarado Monumento Nacional el 20 de agosto de 1973. Pero antes, en 1944, fue restaurado por la Institución Príncipe de Viana.

La prensa del momento anunciaba así este importante acontecimiento cultural:

“Oportunamente anunciamos que el señor párroco de Zizur Mayor Don Ramón Esparza nos había comunicado la celebración de una fiesta con motivo de la reintegración al culto en dicha parroquia del altar mayor, cuyo hermoso retablo ha sido restaurado por la Institución Príncipe de Viana. Esta fiesta que ha preparado el señor párroco para solemnizar la inauguración del altar —y de otras obras que se han realizado en la iglesia costeadas por el ayuntamiento y vecindario—, se celebra mañana con una serie de actos religiosos de los que el principal será la misa solemne a las once y a las que asistirá el Excelentísimo Señor obispo Doctor Olaechea con las autoridades.La iglesia ha quedado preciosa con las reparaciones llevadas a cabo y sobre todo con las restauración de los oros y de los cuadros del retablo, de los que reproducimos hoy, algunos”.

La renovación del retablo se centró fundamentalmente en la restauración de las tablas y esculturas, en la limpieza de los capiteles de la nave, y en el arreglo de la nave de acceso al templo y de la barandilla del comulgatorio y púlpito. Las obras de restauración se llevaron a cabo gracias a la colaboración de la Institución Príncipe de Viana y del Museo del Prado de Madrid. El pueblo contribuyó también con aportaciones económicas, y el mismo Concejo se comprometió a costear la restauración del mobiliario del que no se hizo cargo la Institución, como el púlpito y la barandilla del comulgatorio.

Retablo MayorAños más tarde, en 1968, se volvieron a realizar reformas y mejoras que embellecieron la parroquia, por lo cual la Diputación Foral premió a la localidad. La obra costó 840.000 pesetas. Los feligreses aportaron 250.000 pesetas. En la cabecera de este retablo una inscripción delata su procedencia y sus mecenas. La inscripción dice así: “Este retablo mandaron hacer el abad y el pueblo a servicio de Dios y nuestra Santa Iglesia y san Andrés, siendo abad, el venerable Señor Don Martín Brigant, y primicieros Ochoa Asiain y Don Pedro de Echaguren y Miguel de Aramburo; asentase año 1538”.

Antes de que se procediese a la restauración promovida en 1944 por la Institución Príncipe de Viana, este retablo se asentaba en un espacio diferente:

“sobre una gran losa que se llamaba ara máxima, única que constituía el altar primitivo, a lo sumo con un pequeño panel, y en esta iglesia se halla una demostración de que, antes de los sagrarios actuales, se reservaba el Santísimo en un nicho abierto en la pared; porque en el lado del Evangelio existe una de esas alacenas con su enverjado y decoración ojival en todo su contorno. Puede suponerse que, construido el retablo en la época que señala la inscripción, transcrita, había de emplearse con profusión los motivos del fecundo y genial estilo plateresco”.

Dispone de una hornacina central y “la mazonería alberga cajas con pinturas sobre tabla —salvo en la calle central reservada a la escultura de bulto—, obra del pintor, vecino de Estella, Juan de Bustamante”.

En principio, se consideró autor del retablo a Diego Polo, pero, posteriormente, el estudioso Cristóbal Pellejero lo atribuyó definitivamente a Juan de Bustamante. En el retablo podemos contemplar algunas escenas de la Pasión: la Cruz a Cuestas, el Santo Entierro, la Flagelación o la predicación del patrono de la localidad, san Andrés. También se pueden observar otras estampas de la vida de la Virgen, de la Anunciación y de la Asunción.

El retablo se completa con las pinturas referentes a otros santos destacados como son Santiago, san Miguel o san Julián. Destacan también en el centro del retablo las tallas de San Andrés y la Virgen.

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